Moody’s ha afirmado en un comunicado que las reformas estructurales de China no frenarán el aumento de su deuda.
Esta conclusión se ha presentado pocos días después de que la agencia de calificación rebajara el rating de China hasta «A1», y ha agregado que espera que la fortaleza financiera de la economía del gigante asiático se erosione en los próximos años en la medida en que el crecimiento se ralentice y la deuda siga aumentando.
Las autoridades de China han criticado la rebaja de Moody’s alegando que sus analistas se basaron en una metodología inadecuada, exagerando las dificultades que deben enfrentar y subestimando los esfuerzos de las reformas estructurales del Gobierno.
La analista senior de Moody’s, Marie Diron, ha explicado que la agencia de calificación cree que las reformas pueden frenar el ritmo de crecimiento de la deuda, pero no bajará drásticamente y no serán suficientes para detener el endeudamiento cada vez mayor.
Por su parte, el vicepresidente de estrategia crediticia y estándares de la agencia, Li Xiujun, ha comentado que si se presenta alguna señal de que la deuda de China está creciendo a un ritmo que pudiera superar las expectativas de Moody’s, entonces el gigante asiático podría no obtener una calificación «A1».
Li ha señalado que «si en el futuro las reformas estructurales de China pueden impedir que su endeudamiento aumente de manera más efectiva sin aumentar los riesgos en el sector bancario y de la banca informal, entonces tendrá un impacto positivo en la calificación».
Sin embargo, Li ha explicado que «si hay indicios de que la deuda de China sigue aumentando y la tasa de incremento va más allá de nuestras expectativas, conduciendo a una mala asignación de capital, entonces esto continuará pesando sobre el crecimiento económico a medio plazo e impactará negativamente en la calificación soberana».