Francia ha entrado en recesión en el primer trimestre del año, tras dos trimestres consecutivos con un retroceso del PIB del 0,2%.
Sin embargo, a pesar de empeorar la economía francesa, el poder adquisitivo de los ciudadanos tuvo una mejora del 1% en ese periodo, lo que compensó en parte la caída del 0,9% del trimestre anterior, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INSEE).
Las importaciones aumentaron un 0,2% en el primer trimestre, frente a la caída anterior del 1%, mientras que las exportaciones cayeron un 0,7%, tres décimas más que en el trimestre anterior.
Según esas cifras, la contribución del saldo exterior a la evolución de la actividad fue negativa, con un recorte de 0,2 puntos, frente a la aportación de 0,1 puntos en el cuarto trimestre de 2012.
Por su parte, la inflación gala creció una décima en los tres primeros meses de 2013, hasta el 0,3%, lo cual no ha impedido que el poder adquisitivo haya logrado aumentar un 1% en el mismo período.