El Gobierno de España ha propuesto que se eliminen las barreras que dificultan las fusiones entre entidades financieras dentro de la Unión Europea, y crear así un sector bancario minorista integrado.
La propuesta forma parte de un conjunto de sugerencias que el Gobierno de Mariano Rajoy ha enviado a Bruselas para contribuir en el debate de la gobernanza de la Unión Económica Monetaria (UEM), en el que se sugiere que los países miembros deben ir hacia una completa práctica de la Unión Bancaria.
El Gobierno español ha destacado que el Mecanismo Único de Resolución y el Fondo Único de Resolución comenzarán a operar a partir del mes de enero de 2016, y sugiere que la Unión Bancaria debería concretarse con una integración en el ámbito de la garantía de depósitos, con la implementación de un esquema único de garantía para estos productos.
España también considera que se debe trabajar en el desarrollo de un mecanismo de protección del Mecanismo Único de Resolución, cumpliendo con el compromiso suscrito por los ministros del ECOFIN en su declaración del 18 de diciembre de 2013.
Por todo lo anterior, España exige crear un “libro verde” para la integración de los mercados bancarios minoristas, con el objetivo de “analizar las barreras al establecimiento de bancos minoristas pan-europeos”.
El Gobierno de España asegura que “quince años después de la introducción del euro, el sector bancario minorista continúa dominado por la banca nacional en la mayoría de los países de la UEM (…) es muy común encontrar bancos de la eurozona que tienen más operaciones minoristas fuera de la UEM que en otros países”.
Aunque la Unión Bancaria hará más sencillo superar estos obstáculos, existen áreas definidas donde la implementación de medidas de liberalización adicional podría impulsar inversiones fuera de las fronteras comunes en la banca minorista, como por ejemplo sucede con las autorizaciones que deben realizar los supervisores nacionales, o la regulación de la protección a los consumidores.