El Bundesbank repatrió en 2015 unas 210 toneladas de oro, que fueron depositadas en Fráncfort, convirtiendo a la sede del banco central de Alemania en el mayor depósito de oro germano, por delante de la Reserva Federal de Estados Unidos, que históricamente ha sido custodio de las reservas de Alemania.
El año pasado, el Bundesbank repatrió 99,5 toneladas desde Estados Unidos, donde aún mantiene 1.347,4 toneladas, que representan el 39,9% del total de sus reservas.
Desde el año 2013, cuando el banco central alemán dio inicio a un proceso de recuperación de parte de sus reservas de oro, la entidad ha repatriado 189 toneladas desde Estados Unidos y para 2020 espera haber recuperado 300 millones de toneladas.
Por otro lado, la institución repatrió el año pasado 110,5 toneladas de oro que estaba guardando en París, desde donde ha recuperado 177,3 toneladas, con el objetivo de repatriar para el 2020 la totalidad de las 373,7 toneladas que mantenía en Francia.
De este modo, el Bundesbank atesoraba en sus arcas en Fráncfort 1.402,5 toneladas de oro, el 41,5% del total de sus reservas, mientras que almacenaba en la Fed de Nueva York un total de 1.347,4 toneladas, el 39,9%, otras 434,7 toneladas en Londres, el 12,9% del total, y 196,4 toneladas en París, el 5,8% de las reservas del banco central alemán.
Para 2020, el banco central alemán prevé mantener en Fráncfort el 50% de sus reservas, mientras se reduce al 37% las de Estados Unidos y conserva en el 13% las depositadas en Reino Unido.
Después de la Segunda Guerra Mundial, y a raíz de los acuerdos de Bretton Woods, muchos países confiaron parte de sus reservas de oro a la Fed de Estados Unidos ante el temor de una confiscación en caso de una eventual invasión soviética.