La 30ª Reunión de Presidentes de Bancos Centrales de América del Sur ha finalizado instando a la diversificación económica y a la reducción del déficit en infraestructuras, como medio de asegurar el crecimiento a largo plazo. Asimismo, Uruguay fue designado como próximo anfitrión.
En la reunión, en la que participaron los titulares de los bancos centrales de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay, se recomendó también combinar esas medidas con otras enfocadas al aumento de la productividad, pero dentro de una gestión prudente que preserve los equilibrios macroeconómicos.
Estas recomendaciones emitidas en el encuentro, parten del diagnóstico actual de la economía global presentado por los ocho bancos centrales, que coinciden en la existencia de una desaceleración en los mercados emergentes y de una recuperación moderada en las economías avanzadas, informó el Banco Central del Paraguay (BCP).
Los presidentes de Bancos Centrales de América del Sur señalan que el actual contexto está caracterizado por factores como las presiones sobre las monedas locales ejercidas por las condiciones financieras externas y los menores influjos de capital.
Asimismo, han hecho hincapié en factores como la caída en los precios de los bienes exportables y el aumento de las primas por riesgo, según el comunicado del BCP.
Al finalizar la reunión, que se celebró a puerta cerrada en un hotel de Asunción, la capital de Paraguay, se acordó que la ciudad de Montevideo será la sede de la próxima cumbre, en 2017.