Un sondeo ha mostrado que la eurozona comenzó 2017 manteniendo un sólido crecimiento, debido a que la debilidad de su divisa impulsó los pedidos de bienes, mientras los precios al alza no lograron mermar la demanda del sector servicios.
Los expertos añaden que estas señales de presión inflacionista serán bien recibidas por los responsables de política económica del Banco Central Europeo (BCE), que durante años ha sido incapaz de hacer que los precios subieran hasta alcanzar su objetivo.
El índice PMI compuesto de Markit para la zona euro, visto como un buen indicador del crecimiento general, sólo bajó ligeramente en enero desde el máximo de cinco años de diciembre de 54,4 a 54,3, por encima de los 50 puntos que separan el crecimiento de la contracción. Un sondeo preveía una lectura de 54,5.
«Algunos índices muestran señales particularmente alentadoras. El índice de empleo estuvo en su mayor nivel desde febrero de 2008, una clara señal de que las empresas se expanden a tasas que no hemos visto desde la crisis financiera global», dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios de IHS Markit.
Williamson dijo que si se mantiene el dato adelantado del PMI, apunta a un crecimiento económico del 0,4 % en el primer trimestre, en línea con un sondeo publicado este mes.
Respecto al empleo, el avance de actividad de enero de Markit, destaca que la contratación «ha cobrado ímpetu» tanto en el sector servicios como en el sector manufacturero, gracias al aumento sostenido de los nuevos pedidos recibidos, cuyo ritmo de incremento sigue en niveles máximos. A ellos se suma «un renovado optimismo con respecto a los próximos doce meses».
Por otra parte, las presiones inflacionistas siguen intensificándose en el primer mes del año, con el aumento más fuerte de los costes medios soportados por las empresas desde 2011.