Un nuevo fantasma acecha a la eurozona. Después de una muy mala subasta de deuda por parte de Alemania, se encendieron las alarmas con respecto a un posible contagio de la crisis a la economía más fuerte de la Unión Europea. El tesoro del país germano colocó 3.600 millones de euros a 10 años, cuando el objetivo era llegar a los 6.000 millones, después de que la demanda por los bonos fuera bastante escasa. Los 2.400 millones de euros restantes intentarán colocarse en el mercado de deuda secundario.
Esta subasta, que quedó marcada como la peor desde que el país ingresó a la Unión Europea, sienta un precedente bastante peligroso, al grado de que ya muchos apuntan a una reforma completa de la Unión Europea. La baja rentabilidad de los bonos alemanes, que era del 1,98%, hicieron de la subasta algo poco atractivo para inversionistas, quienes ven una mucho mejor oportunidad en bonos de países como España, Italia o Portugal, que, aunque riesgosos, ofrecen una rentabilidad mucho mayor.
La agencia de noticias Reuters, al consultar a 20 distintos y reconocidos economistas sobre la situación, predijo que es muy poco probable que la unión de países europeos siga existiendo en su forma actual, y algunos se aventuraron a decir que saldrá adelante un nuevo «núcleo» de países, del cual muy seguramente Grecia estará fuera.
Para la agencia alemana de deuda, esto es sólo un reflejo del alto nerviosismo que se está viviendo en los mercados. Aún así, el portavoz de Finanzas del país, Martin Kotthaus, aseguró que la situación de inestabilidad si perjudicó la subasta, pero recalcó que el país no tiene problema alguno para financiarse.
Los datos de la subasta afectaron el valor del euro y añadieron tensión a una gran parte de las bolsas de valores alrededor del mundo. Por ahora, las previsiones apuntan a una elevación de los tipos de interés por parte de Alemania en el futuro próximo, a menos que se tomen medidas más fuertes.