El Banco de Rusia ha recortado esta semana los tipos de interés de referencia, bajándolos al 11,50% desde el 12,50%.
El organismo emisor de Rusia ha tomado esta decisión ante el debilitamiento de los riesgos inflacionistas y la amenaza de un enfriamiento de la economía rusa, que podría retroceder un 3,2% este año.
En este sentido, el Banco Central de Rusia quiere continuar recortando los tipos de interés a medida que disminuyan los riesgos relacionados con la inflación, aunque su capacidad podría verse limitada por los riesgos de un repunte de los precios en los próximos meses.
En lo que va de año, los tipos de interés de Rusia han acumulado un descenso de 550 puntos básicos, después de que a mediados de diciembre subieran en 650 puntos básicos la tasa de referencia de la moneda rusa, hasta el 17%, como una medida en defensa del rublo.
En relación a las proyecciones macroeconómicas, el Banco Central de Rusia ha señalado que la inflación ralentizó su escalada al 16,4% interanual en abril y al 15,8% en mayo, mientras que los datos apuntan a un alza del 15,6% en junio.
De este modo, se prevé que el IPC suba un 7% en junio de 2016 y se sitúe en línea con el objetivo del 4% para 2017.
Por otro lado, el Banco de Rusia ha mejorado su previsión de PIB para este año, de modo que la economía podría contraerse un 3,2%, en vez del retroceso de entre el 3,5% y el 4% estimado anteriormente.
Para finalizar, el ente emisor ha señalado que los precios del petróleo van a desempeñar un papel importante, por lo que espera que el PIB ruso crezca un 0,7% si el barril de crudo se sitúa en 70 dólares, mientras que con un precio de 60 dólares la economía rusa caería un 1,2% en 2016.