La agencia Standard & Poor’s (S&P) ha anunciado su decisión de retirar la nota de la deuda soberana de Brasil de su lista de CreditWatch (vigilancia de créditos).
En esta lista, la agencia incluye emisores de deuda con perspectiva negativa y que es considerada como antesala para futuras reducciones de calificación.
S&P aclaró, no obstante, que mantuvo la calificación de la deuda brasileña en ‘BB’, dos escalones por debajo del llamado grado de inversión, en el que los países son considerados seguros para los inversores, con perspectiva negativa.
El anuncio de que la deuda brasileña ya no está bajo la «observación negativa» de S&P se produjo tras el anuncio del Gobierno de una nueva meta para el déficit fiscal del país en 2017 y de 2018, acompañado de varias medidas de ajuste, principalmente de reducción de gastos públicos.
El Gobierno elevó su meta para el déficit fiscal de este año desde los 139.000 millones de reales (unos 36.962 millones de euros) que había previsto inicialmente hasta 159.000 millones de reales (42.273 millones de euros). La nueva meta también se aplicará para las cuentas públicas en 2018.
El ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, admitió que el Gobierno tuvo que revisar las cuentas debido a que, por la persistencia de la profunda recesión que el país enfrenta desde 2015, la recaudación prevista para este año está muy abajo de lo que era esperado.
Para compensar el anuncio de que el déficit fiscal será mayor al inicialmente previsto, Brasil también anunció la congelación de los aumentos de los salarios de los empleados públicos por un año, la supresión de 60.000 cargos públicos que habían sido creados en los últimos años, la eliminación de una serie de ayudas financieras concedidas a los empleados del Estado y la elevación de la tasa que se descuenta de los funcionarios para financiar su jubilación.