François Hollande, presidente francés, ha presentado a los líderes de la UE un plan de estímulo del crecimiento económico que precisará de un presupuesto estimado de 120.000 millones de euros.
El dinero provendría de diversos fondos estructurales de la UE, del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y de bonos comunes emitidos por los 27 países miembros, afirma el periódico, que asegura tener una copia del documento remitido por Hollande a los otros líderes europeos en el que se detalla el plan.
Ese programa de estímulo debería lograr la aprobación del Consejo Europeo de finales de junio y tendrían que desarrollarse «antes de final de junio, especialmente con la creación de una tasa sobre las transacciones financieras», cita el diario Le Journal du Dimanche.
De los 120.000 millones de euros, un total de 55.000 millones tendrían que proceder de los fondos estructurales, una parte de los cuales deberían ser «desbloqueados» antes de fin de año.
En cuanto al BEI, debería recibir aportaciones suplementarias de los estados comunitarios, hasta 10.000 millones de euros; con esta suma, la institución podría acudir a los mercados para obtener créditos.
De este modo, se podrían reunir otros 60.000 millones de euros más, que irían a dotar, preferentemente, proyectos de infraestructuras para estimular el crecimiento económico de la UE.
El plan de Hollande radica en la creación de un «proyecto bonos», por un importe de 4.500 millones de euros, que consistiría en empréstitos comunes de los países europeos que servirían como seguro para las empresas privadas que lancen programas de inversión.