La economía de China registró un crecimiento del 6,9% interanual durante los primeros tres meses de este año, un poco más rápido de lo estimado, debido a los gastos del gobierno en infraestructura y un mercado inmobiliario en auge.
Los analistas encuestados por Reuters esperaban que la economía de China se expandiera en torno a un 6,8% durante los primeros meses de este 2017, creciendo al mismo ritmo que el cuarto trimestre del año pasado.
El ritmo de crecimiento entre los meses de enero y marzo de este año ha sido el más acelerado desde el tercer trimestre de 2015, y los datos de marzo dejaron claro que la inversión, las ventas minoristas, la producción fabril y las exportaciones se incrementaron más rápido que lo previsto.
El Gobierno chino prevé un crecimiento en su economía del 6,5% para 2017, una cifra que se ubica por debajo del objetivo del año pasado de entre un 6,5% y 7%, y el actual 6,7%, lo que marca su ritmo más frágil en 26 años.
Aunque los datos chinos han sido optimistas en lo que va de 2017, gran parte de los analistas estiman que la segunda economía más importante a nivel mundial va a perder impulso este año cuando el impacto de las medidas de estímulo comience a desvanecerse.
El crecimiento de la inversión inmobiliaria se incrementó hasta el 9,1% durante los primeros tres meses del año, después de que las nuevas construcciones aumentaran a pesar de las medidas aplicadas por el Gobierno chino para enfriar al mercado.
De acuerdo a los datos publicados por Reuters, la producción industrial se elevó 7,6% durante el mes de marzo, y la producción de acero fue la más elevada desde que existen registros de su producción.
El consumo también se fortaleció y contribuyó al 77,2% del crecimiento durante los primeros tres meses de este año, mientras que las ventas minoristas aumentaron hasta el 10,9% después de desacelerarse durante los dos primeros meses de este 2017.