La agencia de calificación de riesgos Moody’s ha indicado en un informe que el nuevo mecanismo de formación de la tasa de cambio que se ha establecido en China es positivo para el crédito, ya que va a permitir una mayor flexibilidad de la moneda, apoyando la liberalización de la cuenta de capital del país.
La semana pasada, el Banco Popular de China reajustó el sistema de formación de la tasa de cambio con el objetivo de cerrar la brecha entre una tasa de paridad central más baja y las expectativas del mercado.
Ante esta acción, el mercado reaccionó con sorpresa y la caída del yuan trajo como consecuencia una fuerte liquidación, caídas en las acciones en Asia y una baja en los precios de las mercancías, así como también una serie de declaraciones que afirmaban que la depreciación se había hecho para apoyar a las exportaciones.
Para Moody’s, “la implicación más significativa de este cambio de política para el crédito es que constituye un progreso hacia la liberalización de la cuenta de capital”.
Por otro lado, Moody’s indica en su informe que se podría producir una mayor presión a la baja durante este 2015, pero considera improbable que se dé otra depreciación acusada.
De acuerdo a lo expuesto en el informe, existen una serie de factores que deberían apoyar la tasa de cambio, como un importante superávit en la cuenta corriente y los 3,7 billones de dólares (3,3 billones de euros) en reservas oficiales de divisas.
Asimismo, los activos internacionales de la economía de China equivalen al 17% de su PIB, lo que para Moody’s le permite hacer frente a una cierta cantidad de volatilidad de la tasa de cambio.