Según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la documentación relativa a las cuentas de 2012 entregada ayer día 16 por Pescanova, «no ha sido elaborada de acuerdo con los estándares de contabilidad exigibles y, por tanto, no se ajusta a lo requerido».
Asimismo, el organismo presidido por Elvira Rodríguez, ha comunicado al grupo gallego que en virtud de las facultades que le atribuye la Ley del Mercado de Valores, monitorizará los trabajos de la auditoría forense contratada por la compañía «con el objeto de conocer de forma continua los resultados de las comprobaciones en relación con la situación patrimonial de la empresa».
La CNMV subraya que los procedimientos sancionadores que pudieran derivarse de los hechos anteriores, o cualquier otro relacionado con la situación de Pescanova, «seguirán su curso de conformidad con la normativa de aplicación».
El pasado 11 de marzo, el supervisor bursátil ya había ordenado abrir una investigación para determinar «la existencia de posibles indicios de comportamientos de abuso de mercado» por parte de Pescanova, de sus administradores o de terceras personas.
Pescanova remitió en la noche del martes 16 la documentación adicional y complementaria a la CNMV, que había dado de plazo a la compañía gallega hasta el pasado lunes para presentar las cuentas del ejercicio de 2012, acompañadas de una declaración de responsabilidad de los administradores y concretar su deuda.
La multinacional gallega podría incurrir en pérdidas, con una deuda de 2.700 millones de euros, es decir, unos 1.200 millones de euros por encima de lo que figura en el pasivo auditado (1.522 millones de euros al cierre del tercer trimestre de 2012), aunque la CNMV no ha dado a conocer la documentación remitida por el grupo.
Además, la compañía de congelados presentó el pasado lunes ante el Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra, la solicitud de concurso voluntario de acreedores, y anunció su decisión de elegir finalmente a la consultora KPMG como auditora ‘forensic’ para auditar sus cuentas, tras la revocación de BDO Auditores.
El grupo gallego destacó que tenía «la firme voluntad» de presentar en el curso del procedimiento del concurso «una propuesta de convenio a sus acreedores que posibilite el mantenimiento de la actividad y por, ende, el empleo y la generación de valor».
Asimismo, se conoció que el presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, había vendido casi la mitad de su participación en la compañía entre los meses de diciembre de 2012 a febrero de 2013 en operaciones en el mercado por unos 32 millones de euros.
La compañía indicó que Fernández Sousa, que se mantiene como el primer accionista de la compañía con una participación del 7,45%, llevó a cabo esta venta de títulos, con «importantes pérdidas», con el fin de «aportar liquidez» al grupo.
Además, a lo largo del pasado año, el presidente de Pescanova ya había reducido progresivamente su participación en la compañía desde el 22,3% que poseía a finales de mayo de 2012, hasta el 14,4% de septiembre, en su última comunicación hasta el pasado lunes 15.
Pescanova precisó posteriormente el martes 16 que Fernández Sousa había prestado 9,3 millones de euros a la compañía, a un interés del 5% anual, de los más de 32 millones que se embolsó con la venta a espaldas del mercado de estas acciones.
Según explicó la compañía gallega, el plazo para su amortización era de tres meses desde el 7 de febrero, según consta en el contrato firmado, y señaló además que la CNMV fue informada de este préstamo el lunes 15, día en que recibió la documentación sobre el mismo.