Los miembros del Comité de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) solicitaron durante la reunión que mantuvieron el pasado mes de enero, que la institución mantuviese un enfoque «firme» en lo referente a su política monetaria, para dotar a los mercados de estabilidad ante un periodo de gran incertidumbre.
Así se refleja en las actas de la reunión, que sugieren que el principal organismo monetario europeo no pretende introducir cambios en su política monetaria durante los próximos meses para mantener la estabilidad financiera en un periodo en el que la zona euro se enfrenta a tres citas electorales de calado.
Tanto Países Bajos como Francia y Alemania celebrarán elecciones durante los próximos meses, por lo que los miembros del Consejo de Gobierno del BCE solicitaron en enero «paciencia y mano firme» para proporcionar previsibilidad y estabilidad en un contexto económico y político caracterizado todavía por un gran nivel de incertidumbre.
La cúpula del BCE está de acuerdo en que es importante mantener un «grado significativo» de acomodación en la economía para estimular la inflación –cuyo repunte atribuye a los precios de la energía–, puesto que, de lo contrario, se podrían poner en riesgo los avances realizados hasta el momento.
Este mensaje se corresponde con el ofrecido por el presidente del organismo, Mario Draghi, durante la rueda de prensa posterior a la reunión de política monetaria, cuando señaló que la mejora en la inflación se explicaba por el fuerte incremento de los precios de la energía y pidió «paciencia» ante las críticas procedentes de Alemania, que solicitan un endurecimiento de la política monetaria.