Brasil ha recibido una nueva rebaja de su nota soberana por la agencia de calificación de riesgo Fitch, lo que deja en la cuerda floja a la economía del país suramericano.
Fitch mantiene el grado de inversión en el país, aunque con una perspectiva «negativa», lo que deja abierta la posibilidad de nuevas rebajas en el futuro.
La nota pasó de «BBB» a «BBB-«, el último escalón dentro del nivel de grado de inversión y al borde de una calificación de crédito de inversión «especulativa», según la agencia.
Fitch afirmó que el motivo para la rebaja es la «recesión más profunda» con dos trimestres consecutivos de la economía en números rojos, falta de confianza política y la pérdida de la fuerza del Gobierno, «algo que es muy difícil de revertir en los próximos seis meses», ha citado el analista.
Para que el país pierda definitivamente su grado de inversión es necesario que por lo menos dos agencias retiren esa prerrogativa de calificación.
El pasado 9 de septiembre, otra de las tres calificadoras internacionales de riesgo, la Standard and Poor’s, rebajó la nota de crédito del gigante suramericano hasta el llamado «bono basura» y le retiró su grado de inversión.
La agencia Moody’s, a su vez, rebajó el pasado agosto la nota de la deuda brasileña a largo plazo en moneda extranjera de «Baa2» a «Baa3», el último escalón del llamado «grado de inversión», es decir los considerados como seguros para los inversores, aunque modificó la perspectiva de la misma de «negativa» a «estable».
Igualmente, Moddy’s advirtió que la manutención del grado de inversión de Brasil depende de la estabilización de la economía a partir de 2016, y considera poco probable una modificación de la nota en lo que queda de año.