Según datos difundidos por el Banco de España, la deuda pública de España se situó en el primer trimestre del año en los 1.128.719 millones de euros, equivalentes al 100,4 % del PIB, lo que supone una bajada con respecto a los datos registrados en el mismo período de 2016, cuando se alcanzó el máximo del 101,2 %.
Según la entidad, la mayor parte de la deuda estatal corresponde a la Administración Central, que aumentó un 2,2 % respecto al trimestre anterior, hasta los 814.386 millones (equivalente al 72,4 % del PIB).
En el caso de la deuda de las regiones, creció el 0,8 %, hasta los 279.264 millones (el 24,8 del PIB) y la de la Seguridad Social se duplicó hasta los 3.502 millones (el 0,3 % de PIB).
Por su parte, los ayuntamientos fueron las únicas entidades de la administración que redujeron su endeudamiento, el 1,6 %, hasta los 31.567 millones de euros.
Esta misma semana, el Banco de España se unió a la ola optimista sobre la economía española, y ha revisado al alza tres décimas sus previsiones de crecimiento del PIB hasta el 3,1% para este año.
También apuntó que ese crecimiento se moderara hasta el 2,5% y el 2,2% en 2018 y en 2019, respectivamente.
Respecto a sus pronósticos para este año, la entidad justifica estos cambios debido a «la evolución reciente en el ámbito nacional e internacional más favorable de la anticipada previamente, y de la actualización de los supuestos técnicos y exteriores sobre los que se condicionan las proyecciones, que ha motivado revisiones al alza en los distintos componentes de demanda».
Según el supervisor, el avance del PIB «continuará sustentándose en la demanda nacional, para la que, no obstante, se prevé una prolongación de la desaceleración observada en 2016».
Por su parte, el Banco de España señala que «la demanda exterior neta continuaría ejerciendo una contribución positiva a lo largo del horizonte de proyección».