La decisión del Gobierno de Japón de retrasar hasta octubre de 2019 la subida del impuesto sobre el consumo al 10% desde el actual 8%, prevista inicialmente para abril de 2017, ha provocado que la agencia de calificación Fitch haya empeorado la perspectiva de la economía nipona de estable a negativa, manteniendo su nota en ‘A’.
«La revisión de la perspectiva refleja primordialmente la menor confianza de Fitch en el compromiso de las autoridades japonesas con la consolidación fiscal», señala la agencia.
En este sentido, Fitch señala que esta subida del impuesto sobre el consumo era un elemento importante en la estrategia de consolidación fiscal de Japón, que pretendía alcanzar el equilibrio por cuenta corriente primario en 2020, frente al déficit del 3,3% en 2015.
De este modo, Fitch ha dejado de tener en consideración la subida del IVA en su escenario base para Japón, revisando sus proyecciones para la deuda del país, que subirá al 245% del PIB a finales de 2016 y seguirá creciendo hasta 2024, en vez de tocar techo en el 247% en 2020 como esperaba anteriormente.
Asimismo, Fitch ha revisado sus previsiones de crecimiento para Japón hasta el 0,8% en 2016, frente al anterior 0,5%.