La Comisión Europea (CE) ha elevado su previsión de crecimiento económico para Reino Unido hasta el 1,5% del PIB para este año. Para 2018, la CE ha tomado la decisión de mantener su perspectiva de crecimiento en el 1,2%.
En este sentido, Bruselas pronostica una desaceleración del crecimiento de la economía británica pero se muestra más optimista que el pasado mes de noviembre. Cuando presentó sus previsiones de otoño, la CE redujo a la mitad las perspectivas de crecimiento de Reino Unido para el 2017, que situaba en un 1% frente al 1,9% de su pronóstico previo a la victoria del ‘Brexit‘.
En el informe publicado esta semana, el Ejecutivo asegura que el impacto del referéndum en la tasa de crecimiento todavía está por sentirse, y ha señalado que los resultados trimestrales son estables en relación a años anteriores, lo que supone que la economía «ha mantenido su impulso» desde junio de 2016.
Sin embargo, la CE ha advertido que es muy probable que la inversión empresarial en Reino Unido se vea «afectada de forma adversa» por la «incertidumbre persistente», al mismo tiempo que se debilitará el crecimiento del consumo privado.
Además, la salida del Reino Unido de la UE es un riesgo a la baja para ese país y para el conjunto de la economía europea.
Por otro lado, el déficit británico se ubicó en 3,4% del PIB al cierre de 2016, una tendencia que la CE prevé que se mantenga a la baja en los próximos años hasta registrar un 2,8% en 2017 y un 2,5% en 2018.
En relación a la inflación, presenta una tendencia al alza, por lo que prevé que este año se ubique en un 2,5% y en el 2018 en 2,6%, por encima del objetivo previsto por el Banco de Inglaterra del 2%.
Después de varios años de caída constante, la tasa de desempleo cerró el 2016 en 4,9% y la CE estima que se elevará en 2017 a 5,2% y en 2018 a 5,6%.
Para culminar, la CE ha detallado en su informe que la deuda pública se ubicó en 2016 en un 87,5% del PIB y prevé que este año caerá hasta el 87% del PIB.