El mercado inmobiliario español sigue sin tocar fondo y es poco probable que lo haga próximamente, según la agencia de calificación crediticia Fitch.
«El desequilibrio entre oferta y demanda nos hace pensar en que llevará varios años absorber el ‘stock’ de propiedades que serán vendidas por Sareb y entidades privadas», señala Fitch, que advierte de que a medida que el ‘banco malo’ acelere el ritmo de sus operaciones los precios en el sector pueden verse presionados a la baja.
«Combinado con el débil mercado laboral y el limitado acceso a los mercados de capital para la mayor parte de los bancos españoles todo ello hace improbable alcanzar pronto el fondo del mercado residencial», añade la calificadora de riesgos.
En este sentido, la agencia apunta la necesidad de que Sareb acelere el ritmo de sus operaciones si quiere cumplir el objetivo de vender 42.500 viviendas en cinco años y liquidar su cartera en el plazo fijado de 15 años.
«Esto podría incrementar las ventas por parte de bancos», señala Fitch, que destaca cómo algunas entidades ya han comenzado a bajar precios para acelerar las transacciones antes de que la llegada al mercado de viviendas en poder de Sareb deprima aún más los precios.
No obstante, la agencia de calificación crediticia señala que la Sareb y la banca española, su principal accionista, buscarán previsiblemente el equilibrio entre el aumento de las ventas y el descenso del valor de los inmuebles, y apunta a que ninguno de los dos desea un desplome de precios.