Alemania, la mayor economía de la zona euro y pieza fundamental en la solución de la actual crisis de deuda, logró conseguir un crecimiento del 3% del PIB en 2011, consiguiendo uno de sus mejores años desde la reunificación del país en 1990. Así mismo, redujo su déficit al 1%, lo que le ha permitido respetar nuevamente lo establecido en el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea, que establece un límite del 3%. Las inversiones y el fuerte mercado interno le permitieron al país lograr este crecimiento incluso en tiempos de una alta incertidumbre financiera, de acuerdo a la Oficina Federal de Estadística.
Hay que destacar, sin embargo, que el crecimiento logrado por la economía germana fue menor que en 2010, cuando creció un 3,7% justo después de que en 2009 se contrajera un 5,1% por efectos de la crisis internacional, en lo que fue la mayor recesión del país desde la Segunda Guerra Mundial. Los buenos resultados del país concluyen con un panorama complicado, ya que en el último trimestre del 2011, se registró una caída del 0,25% del PIB, lo que coloca al país al borde de la recesión si encadena otro trimestre con crecimiento negativo. De esta forma, las predicciones de crecimiento para Alemania en el 2012 son de tan sólo el 0,5%.
De cualquier manera, Alemania logró mejoras significativas en muchos indicadores a lo largo del año. El número de desempleados bajo en 231.000 personas de Diciembre de 2010 a Diciembre de 2011, pasando del 7,1% al 6,6%. Incluso con las perspectivas poco optimistas de crecimiento, se espera que la primera economía de la zona euro logre registrar 41,24 millones de personas empleadas en 2012, lo que supondría su mejor cifra desde la reunificación.