La Confederación de la Industria Británica (CBI) ha señalado en un comunicado que un posible “Brexit duro”, es decir, la salida del Reino Unido de la UE, y el control completo de la inmigración, podrían afectar seriamente a la economía del país.
Carolyn Fairbairn, directora general de la CBI, ha expresado su preocupación por el “Brexit duro”, especialmente por los temas de inmigración y la posibilidad de que las compañías revelen el número de extranjeros que tienen.
De acuerdo a lo que ha declarado Fairnbairn al diario “The Times”, la insistencia del Gobierno por querer controlar la inmigración puede “cerrar la puerta” a la actual situación de economía abierta que tiene el país. Además, ha comentado que el sector empresarial está sumamente preocupado por estas posibles medidas en materia inmigratoria.
La directora de la CBI ha señalado que “(los empresarios) las consideran como una señal de que de algún modo, es vergonzoso atraer el mejor talento de todo el mundo, en vez de ser una fuente de orgullo”.
Asimismo, Fairnbairn ha indicado que “lo que hemos escuchado en los últimos días, (y) si añadimos la totalidad de los mensajes, son señales de que la puerta se está cerrando”. La directora considera que la apertura económica ha ayudado a estimular la inversión en el país.
Recientemente, algunos políticos conservadores, líderes empresariales y la oposición laborista han criticado fuertemente la medida que ha tomado Amber Rudd, la ministra británica de Interior, en relación al listado de extranjeros que trabajan en las empresas.