Mark Carney, el gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), ha advertido que la economía mundial abierta está en riesgo, debido a la creciente frustración de muchos ciudadanos, que sienten que la globalización los ha dejado al margen.
El gobernador del Banco de Inglaterra ha explicado que si bien es cierto que se ha evidenciado una mejora en la calidad de vida desde la década de 1960, muchas personas que viven en países desarrollados relacionan “el esfuerzo para eliminar barreras al comercio y la inversión con bajos salarios, empleos precarios, empresas apátridas y una creciente desigualdad”.
En un discurso ofrecido en la Universidad John Moores en Liverpool, Mark Carney ha señalado que “la combinación de mercados abiertos y tecnología significa que los retornos en un mundo globalizado amplifican las recompensas para las superestrellas y los afortunados. Puede que sea el momento de los famosos y afortunados, pero ¿qué hay de los frustrados y temerosos?”.
Una de las causas a las que se atribuye la decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea es precisamente la frustración de una década en la que no se logró ningún tipo de aumento en los salarios, sumado a las preocupaciones por la inmigración y la pérdida de soberanía.
Carney ha advertido que existen una serie de riesgos de un resurgir proteccionista en la economía mundial, una preocupación que se ha incrementado entre los inversores después de la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos.
Por último, Carney ha señalado que “darle la espalda a los mercados abiertos sería una desgracia, pero es una posibilidad. Algo que sólo puede evitarse adelantándonos a confrontar el riesgo que tenemos enfrente”.