Los secretarios generales de CC.OO., UGT y USO, Ignacio Fernández, Cándido Méndez y Julio Salazar, han pedido al Gobierno que no se «esconda» tras el informe del Comité de expertos sobre la futura reforma de las pensiones para tratar de recortarlas en los próximos años, y le han recordado que la decisión última corresponde al Pacto de Toledo y debe ser política.
Así lo han dicho en rueda de prensa las movilizaciones previstas para los próximos días 15 y 16 de junio en toda España, en el marco de los actos de protesta convocados esta semana por la Confederación Europea de Sindicatos (CES), previos a la cumbre europea del 27 y 28 de junio.
Así, Toxo ha confirmado que el Gobierno remitió a las centrales el informe de los 12 expertos el pasado viernes, tras ser presentado públicamente. Tras una primera lectura y en plena polémica suscitada por el voto favorable al informe del responsable del gabinete económico de CC.OO., Miguel Ángel García, Toxo ha asegurado que éste «no recoge la posición del sindicato». «No nos sentimos vinculados, en absoluto», ha rematado.
Hecha esta aclaración, ha enfatizado que, en tanto este informe se ha elaborado «a demanda del Gobierno», sería conveniente que éste aclarase antes que nadie su opinión al respecto.
Por su parte, Méndez ha ido más lejos: «No creo que fuera una buena práctica el intentar parapetarse en el informe para tomar una decisión política». «Hay que ver con una sana reserva estos planteamientos», ha añadido Méndez, para apostillar que «tras un Comité de expertos no se puede esconder una decisión política».
En su opinión, «quien debe de tomar posición de manera clara e inequívoca es el Gobierno, porque es quien ha pedido el informe, y es el que tiene que decir qué le parece y si lo que pretende es desarrollar la ley actual o cambiarla». «Es fundamental que diga qué opina y qué pretende», ha añadido.
Por su parte, el secretario general de USO cree que el Gobierno tiene «voluntad de condicionar la decisión del Pacto de Toledo» sobre la reforma de las pensiones, en la línea emprendida por otros países para reducir las prestaciones. «Cada vez que se hacen una reforma es para meterle un bocado a las pensiones», ha sentenciado.
En cuanto a la postura de los sindicatos, sus ‘primeros espadas’ han insistido en que no se debe abordar una reforma de los elementos estructurales del sistema de pensiones, como la que se plantea en el informe remitido, dado que los actuales problemas de la Seguridad Social derivan de la caída coyuntural de las cotizaciones y las bases de cotización. Por ello, proponen medidas transitorias para aumentar los ingresos del sistema.
«Nosotros no creemos necesario abordar en este momento, por muy dura que sea la coyuntura, una reforma que modifique la estructura de la Seguridad Social», ha dicho Toxo, quien ha defendido que la reforma de pensiones que entró en vigor en enero de 2013 «ya contiene los elementos de reforma necesarios para dar respuesta a los problemas demográficos».
Por ello, el secretario general de CC.OO. ha apostado por adoptar medidas coyunturales para incrementar los ingresos del sistema durante estos años de crisis, a través de un aumento temporal de cotizaciones o un trasvase a la Seguridad Social de parte de la recaudación procedente de los impuestos generales.
En este punto, Méndez ha dicho que «los problemas del sistema público de pensiones en su dimensión estructural están razonablemente bien recogidos en la ley actual».