El Banco de Inglaterra ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 %, la cifra establecida en marzo de 2009, así como su plan de compra de activos, al que ha destinado 375.000 millones de libras (477.000 millones de euros).
De este modo, el Banco de Inglaterra mantiene estables los tipos de interés de la libra esterlina desde el 5 de marzo de 2009, fecha en la que también estableció un programa de compra de activos mediante la emisión de reservas, que ha sido ampliado sucesivamente hasta alcanzar su actual volumen en julio de 2012.
La decisión era la esperada por los analistas en Londres y fue tomada por el Comité de Política Monetaria del banco emisor inglés al término de una reunión que tuvo una duración de dos días.
Los expertos estiman que la baja inflación -en el 0 %- y la continua caída de los precios del petróleo, hace prever que el banco mantendrá los tipos sin cambios hasta al menos finales de año. Algunos analistas consideran incluso que los tipos pueden caer aún más si la inflación continúa en un nivel muy bajo.
Por su parte, el banco considera que la recuperación económica británica aún no está suficientemente afianzada, pues los sectores manufacturero y de la construcción arrojan cifras bajas de producción.
Actualmente, los partidos británicos toman parte en la campaña electoral para los comicios generales del próximo 7 de mayo.
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, en inglés) -supervisora de las finanzas públicas- elevó recientemente al 2,5 % la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) británico este año y la situó en el 2,3 % en 2016, 2017 y 2018, y en el 2,4 % en 2019.
El PIB de Reino Unido experimentó una expansión del 0,6% en el cuarto trimestre de 2014, frente al 0,7% de los tres meses anteriores.
Por su parte, la tasa interanual de inflación se situó el pasado mes de febrero en el 0%, tres décimas por debajo del dato registrado en octubre, mientras que la tasa de paro se situó en el 5,7% hasta enero.