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sábado, abril 20, 2024
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Reunión del BCE

Reunión del BCE

Este jueves, el Banco Central Europeo (BCE) lleva a cabo una reunión de su Consejo de Gobierno, la cual ha generado grandes expectativas en los mercados.

Mario Draghi, el presidente del organismo emisor europeo, afronta la reunión con la inflación en negativo (-0,2% en febrero), y tras haber insistido en las últimas semanas en que el BCE no dudará en actuar ante este escenario.

Draghi ya anticipó en la reunión de febrero que el BCE estaba listo para actuar en marzo. En concreto, aludió al impacto de la baja inflación y de las turbulencias bancarias en los efectos de la política monetaria para justificar su predisposición a tomar medidas. «Si cualquiera de estos dos factores conlleva riesgos a la baja para la estabilidad de los precios, no dudaremos en actuar», dijo entonces el presidente del BCE.

Desde entonces, el precio del petróleo ha remontado hasta situarse ayer por encima de los 40 dólares por barril, lo que da cierto respiro a la inflación y, por ende, al BCE.

Draghi se ha guardado muy mucho en las últimas semanas de dar pistas sobre qué tipo de medidas podría adoptar, presumiblemente para evitar generar demasiadas expectativas como sucedió en diciembre pasado.

En este contexto, ¿qué espera el mercado que anuncie el Banco Central Europeo en su reunión de hoy?. Por un lado, los expertos prevén que Draghi vuelva a recortar la facilidad de depósito, penalizando aún más los depósitos de los bancos.

En la actualidad la tasa de depósito se encuentra en -0,30%. Los analistas internacionales no se ponen de acuerdo sobre el alcance de la bajada.

Por ejemplo, mientras que el banco alemán Commerzbank prevé un recorte de otros 10 puntos básicos, hasta -0,40%, el italiano UniCredit cree que podría ser aún mayor: de 20 puntos básicos, con lo que la facilidad de depósito se situaría en -0,50%.

Es decir, los expertos prevén que el BCE cobre aún más a los bancos por aparcar su exceso de liquidez en la institución, una medida que estaría encaminada a espolear la concesión de crédito por parte de las entidades financieras.

Algunos expertos no descartan, sin embargo, que el BCE aplique la tasa negativa de forma escalonada, por ejemplo a partir de determinadas cantidades, lo que mitigaría el coste de guardar el sobrante de liquidez en el BCE.

El mercado también espera que la institución que preside Mario Draghi amplíe, en volumen y, posiblemente, en duración, su programa de expansión cuantitativa (QE por sus siglas en inglés).

En la actualidad, el BCE están comprando una media de 60.000 millones de euros mensuales en deuda pública y privada, en el marco de su programa, que concluiría en marzo de 2017. En total, el importe de las adquisiciones rondaría casi los 1,5 billones de euros.

No obstante, el mercado espera que el BCE incremente su ritmo de compra mensual y alargue ese plazo. UniCredit, por ejemplo, estima que el volumen mensual podría ascender a 75.000 millones y que la institución podría extender el plazo seis meses más; es decir, hasta septiembre de 2017.

Otra de las posibles novedades, tal como Draghi dejó caer a mediados de febrero pasado, es que el BCE decida aceptar como garantías activos respaldados por préstamos morosos de los bancos, siempre y cuando tengan una calificación crediticia por encima de un cierto umbral.

Aunque Draghi ha defendido la solidez de los bancos de la eurozona frente a las dudas de los mercados sobre su solvencia, descartando que vaya a aumentar los requisitos de capital, también ha reconocido que las entidades financieras se enfrentan a algunos «retos», como la «incertidumbre» que generan desde los costes de litigación y de reestructuración que tienen que asumir algunos bancos a los activos heredados, entre ellos los créditos morosos.

Por último, a todos estos factores se añade una política monetaria muy permisiva respecto a los ingresos del sector bancario europeo y sobre su rentabilidad.

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