El Gobierno estudia un adelanto de las aportaciones que se deberían efectuar el próximo año al Fondo de Garantía. Baraja en Bruselas la opción de captar recursos vía FROB.
A la Banca se le complica aún más 2012. Junto a la tarea de sanear por decreto-ley 52.000 millones de euros en ladrillo en un año dramático en negocio, resultados y morosidad, el Gobierno baraja pedirle la cuota que debería aportar al Fondo de Garantía de Depósitos en 2013 para financiar las subastas de Banco de Valencia y CatalunyaCaixa, y el concurso público, total o parcial, de Novagalicia.
La hucha de la Banca utilizada para financiar los rescates está exhausta. Al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que a finales del pasado año contaba con 6.600 millones en patrimonio, le quedan apenas 2.300 millones, tras desembolsar 5.249 millones en la adjudicación de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) al Banco Sabadell y 953 millones al BBVA por Unnim. El FGD se nutre de aportaciones de la Banca equivalentes al 2 por mil de los depósitos de clientes, aunque la ley permite subir la tasa al 3 por mil. Hasta el pasado año oscilaba entre el 0,8 y 1 por mil. Varios cambios normativos la triplicaron y permiten ahora que se les exija, incluso, derramas. Anticipar la cuota ingresaría unos 2.000 millones en el FGD, importe insuficiente aunque la cifra y si habrá o no derrama está por definir. Al adjudicar Unnim y la CAM, el Banco de España tuvo que blindar el 80% de sus activos problemáticos para evitar al comprador eventuales pérdidas valoradas en 24.200 millones. Difícilmente colocará Banco Valencia, CatalunyaCaixa y Novagalicia sin un blindaje similar.
Como complemento al FDG se analizan otras alternativas, como que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aporte fondos al FDG a cambio de un interés, pero la opción ha encallado en Bruselas, ya que la considera una ayuda estatal con impacto sobre el déficit.