El Banco de Rusia va a mantener los tipos de interés de referencia en el 11%, donde permanece estable desde finales del mes de julio.
El directorio del organismo ha tomado esta decisión ante la persistencia de “sustanciales riesgos inflacionistas”, aunque ha señalado que, a medida que la inflación se modere en línea con las previsiones, retomará los recortes del precio del dinero.
El Banco de Rusia ha admitido que “el balance entre los riesgos de inflación y los riesgos de enfriamiento de la economía se ha mantenido prácticamente sin cambios” y confía en que su decisión, debido a las condiciones monetarias restrictivas y la debilidad de la demanda, seguirá ejerciendo presión a la baja sobre la inflación.
De acuerdo con las estimaciones de la entidad, el IPC de Rusia durante el mes de octubre ha alcanzado el 15,6% interanual, en relación al 15,8% del mes de agosto, aunque ha alertado que “las expectativas de inflación siguen siendo elevadas”.
Sin embargo, el Banco de Rusia prevé que a principios del año 2016 se registre un descenso de los precios, lo que le permitirá reducir la tasa de inflación por debajo del 7% para octubre de 2016, y de esta forma se cumpliría el objetivo del 4% en el año 2017.
El directorio del emisor ruso ha señalado que “a medida que la inflación se reduce en línea con la previsión, el Banco de Rusia continuará con su revisión a la baja de su tipo de referencia en una de las próximas reuniones”.
En lo que va de año, los tipos de interés de Rusia acumulan un descenso de 600 puntos básicos, después de que a mediados de diciembre de 2014, defendiera el rublo elevando en 650 puntos básicos la tasa de referencia de la moneda rusa hasta el 17%.