La base de un acuerdo para el rescate financiero de Grecia existe, según el primer ministro francés, Manuel Valls, quien opinó que no debería haber ningún tabú sobre la reprogramación de la deuda pública griega.
Francia está convencida de que no se puede correr el riesgo de una salida de Grecia del euro, probablemente tanto por razones económicas pero sobre todo por razones políticas. «La Europa que conocemos está en juego», ha insistido, instando al Gobierno griego a «hacer todo lo posible para encontrar un acuerdo».
«Este acuerdo es necesario, primero para Grecia ya que su salida de la zona euro podría sumir al pueblo griego en una situación intolerable y segundo porque también es necesario para la cohesión y la coherencia de la zona del euro y, por tanto, de Europa», argumentó el jefe del gobierno francés.
En la misma línea se ha pronunciado el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, que ha asegurado que su voluntad y su deseo «es evitar un Grexit». «Es el momento de reunirse en la mesa de negociaciones», ha insistido.
Las declaraciones de Valls se producen a tan sólo unas horas de la decisiva reunión que esta tarde mantendrán los principales líderes europeos para estudiar los distintos panoramas que se vislumbran tras la victoria del no en el referéndum griego.
Para abrir la puerta a la perspectiva de un nuevo rescate es imperativo «iniciar todo el proceso de nuevo», lo que pasa por una decisión del Eurogrupo en cuanto a la necesidad de dicho rescate, por el visto bueno de varios parlamentos nacionales –como el alemán y el finlandés– y la definición por los ministros del Euro de un nuevo mandato negociador, explican fuentes europeas. Y este camino no se emprenderá si Tsipras no ofrece primero propuestas concretas y creíbles, añaden las fuentes.