En el mes de abril, Japón ha incrementado su base monetaria un 35,6% con respecto al mismo periodo de 2014 hasta un máximo histórico de 305,88 billones de yenes (2,26 billones de euros), con lo que encadena nueve meses consecutivos de máximos merced a su política ultraexpansiva.
El Banco de Japón (BOJ) informó que el nuevo incremento se produce en línea con la continuada inyección de liquidez que el banco central nipón puso en marcha en 2013 como parte de su agresiva política de flexibilización monetaria que “pretende acabar con casi dos décadas de deflación y elevar la tasa de inflación a su objetivo del 2 %”.
El pasado mes de octubre, el BoJ tomó medidas adicionales para elevar el ritmo de suministro de fondos.
La entidad ha precisado que el balance de los depósitos de cuentas corrientes, fondos que las instituciones financieras pueden usar libremente, se incrementó un 57,1 % con respecto al año anterior hasta los 210,22 billones de yenes (1,55 billones de euros).
A través de estas medidas de estímulo, el Banco de Japón tiene como objetivo incrementar la base monetaria en unos 80 billones de yenes (0,59 billones de euros) cada año.
Por su parte, el descenso en los precios del crudo y la ralentización de la recuperación económica del país asiático, debido a la subida del IVA de 2014, han llevado al organismo a retrasar sus previsiones sobre el cumplimiento del objetivo inflacionario.
El Banco de Japón espera ahora lograr su objetivo en la subida de precios en torno a la primera mitad del año fiscal 2016, que en Japón comenzará en abril del próximo año.