El Banco Central de Francia estima que la economía del país se incrementará en un 1,2% durante 2015. Tal estimación está por encima de las previsiones del Gobierno galo, que señalan que el PIB aumentará solo un 1% a lo largo del presente año.
Según los pronósticos del Banco Central de Francia, el ritmo podría acelerarse al 1,8% para el próximo año 2016, y un 1,9% para el 2017. Estas alzas sorprenderían luego de tres años con un desarrollo de la economía prácticamente invariable.
El organismo galo advierte que estos pronósticos se basan en el posible impacto que provocarían las medidas de consolidación fiscal que ha asumido el Ejecutivo, que se enmarcan en un programa de estabilidad, que estaría condicionado a manifestarse en los presupuestos de los próximos años.
Las proyecciones francesas no dejan de ser susceptibles a factores externos como las bajas del precio del petróleo, la fragilidad bancaria del euro o la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE).
El informe deja saber que el adelanto de los márgenes de beneficio de las compañías francesas será el impulso que requiere el mercado doméstico. En consecuencia, los aspectos a tomar en cuenta para reducir los costos laborales en las empresas deberían estar enfocados en aumentar la competitividad, lo que facilitaría las exportaciones, la creación de puestos de trabajo y la inversión.
En relación con las proyecciones correspondientes a la inflación, el Banco de Francia estima que continuará en niveles muy bajos durante el 2015, en el entorno del 0,3% anual, luego para el año 2016 crecería un 1,4% y para el 2017, se prevé llegaría al 1,7%.
Las previsiones hechas por el Banco Central de Francia, también son más esperanzadoras que las previsiones anunciadas por la OCDE, que asignaba a Francia un crecimiento del 1,1% para el año en curso, llegando hasta el 1,7% para el próximo año 2016.