El Banco Central de Australia ha recortado los tipos de interés a un mínimo histórico del 1,75%, con el objetivo de frenar un repunte de su moneda, y aislar a la economía local de una posible deflación.
De acuerdo con la información publicada por el organismo, se trata de la primera flexibilización de su política monetaria en un año.
Este recorte de un cuarto de punto del Banco de la Reserva de Australia hizo caer a la moneda local más de un centavo de dólar estadounidense, hasta ubicarse en las 0,7574 unidades.
Los rumores de un posible recorte se presentaron la semana pasada, cuando los datos ofrecidos por el Gobierno australiano mostraron que la inflación se había desacelerado más de lo esperado en los tres primeros meses del año.
La inflación subyacente se redujo a un mínimo histórico de un 1,5%, muy por debajo de un objetivo a largo plazo del Banco de la Reserva de Australia de entre un 2% y un 3%.
Glenn Stevens, el gobernador del Banco de la Reserva de Australia ha señalado en un breve comunicado, después de la reunión de política de mayo, que “la inflación ha estado bastante apagada durante algún tiempo y los datos recientes fueron inesperadamente débiles”.
Asimismo, Stevens ha agregado que “si bien los datos trimestrales contienen algunos factores temporales, estos resultados, junto con el crecimiento muy moderado en los costes laborales y las presiones bajistas de costes en otras partes del mundo, sugieren un panorama menor para la inflación que lo previsto anteriormente”.