La agencia de calificación Moody’s ha confirmado que mantiene la nota de la deuda de Italia en Baa2, con perspectiva negativa. Justifica esta decisión en los bajos tipos de interés, hecho que proporciona más tiempo al gobierno italiano para llevar a cabo reformas.
Asimismo, Moody’s cita el excedente primario de las cuentas públicas del país, lo que permite suponer que la deuda pueda ser sostenible, pese a las expectativas de un crecimiento bajo a medio plazo de la economía italiana, afectada también por la «parálisis política» tras las elecciones del 24-25 de febrero. Igualmente, ha valorado la solidez de la economía italiana, basada en su diversificación, el relativamente bajo endeudamiento del sector privado y la probable disponibilidad de apoyo de los miembros de la zona euro si fuera necesario.
Estos datos justifican el mantenimiento de la nota de la deuda de Italia para Moody´s, pero asimismo llevan a no cambiar su perspectiva negativa, en base a los escasos indicios de un incremento de la economía italiana ante la baja demanda, la lentitud en la puesta en marcha de las reformas, y la situación del sistema bancario italiano, con baja rentabilidad, degradación de sus activos y problemas para su refinanciación.