Las perspectivas durante el próximo año para la economía española no son nada alentadoras. La agencia calificadora Fitch rebajó en un 0,5% su prevision de crecimiento del PIB para el país, de manera que no espera ninguna clase de crecimiento ni contracción a lo largo del próximo año, sino hasta el 2013, cuando esperan una lígera mejoría del 1,5%. En contraste, Goldman Sachs se muestra aún más pesimista, previniendo una caída del 1,5% del PIB durante el 2012, lo que dificultará el cumplimiento de los objetivos del déficit, que está marcado para ser del 4,4% el próximo año.
Junto a este pronóstico, Fitch aseguró que, debido a un posible agravamiento de la crisis de deuda de la zona euro y los altos niveles de desempleo (que tenderán a aumentar durante el 2012), los grandes bancos del país conservan su perspectiva negativa, lo que habla de la posibilidad de una rebaja en sus calificaciones en un futuro no muy lejano. La entidad recalcó que las entidades que sólo operen en el país tendrán que hacer frente a muchos retos a lo largo del año, mientras que los bancos que operen en otros países tendrán un mayor margen de acción para equilibrar los resultados que podrían obtener en España.
Así mismo, Fitch subrayó que, debido a los cambios en la deuda española, la falta de demanda para préstamos y los nuevos requerimientos de la Autoridad Bancaria Europea, los costes de financiación de los bancos se han elevado. Mencionó también la necesidad de que las entidades españolas refuercen su capital.
Por su pare, a pesar de que Goldman Sachs mostró una previsión bastante pesimista, elogió las recientes medidas de austeridad del Consejo de Ministros para equilibrar las cuentas y mostrar su compromiso. Sin embargo, el banco se mostró preocupado de que el déficit sea del 8% como han apuntado algunos miembros del Gobierno.