La producción industrial brasileña cayó un 8,3 % en 2015, la peor contracción desde 2003, cuando comenzó a ser registrado este indicador, según informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge).
En el mes de diciembre la producción se contrajo un 0,7 % en relación a noviembre y retrocedió un fuerte 11,9 % si se compara con el mismo mes del año anterior.
Según el instituto estatal, la producción industrial se encuentra un 19,5 % por debajo del nivel récord alcanzado en junio de 2013.
Esta caída es consecuencia del mal desempeño del sector automovilístico, uno de los más afectados por el enfriamiento de la economía de Brasil, y el consecuente frenazo del consumo por parte de las familias.
Este sector, que según su patronal vivió en 2015 una «crisis sin precedentes», experimentó un retroceso del 25,9 % en su producción durante el pasado año.
La fabricación de equipos de informática, electrónicos y ópticos sufrió un batacazo del 30 % en el periodo, mientras que la de máquinas y equipos bajó un 14,6 %.
Esta misma semana, el Banco Central de Brasil informó que los economistas del mercado financiero estiman que la economía brasileña se contraerá un 3,01 % en 2016 y la inflación llegará al 7,26 %, una previsión ligeramente más pesimista que la de la pasada semana.
Los analistas también volvieron a empeorar esta semana los pronósticos para el Producto Interior Bruto (PIB) de cara a 2017, cuando se espera un tímida mejora del 0,70 %, frente al 0,80 % estimado el pasado lunes.
Los cálculos figuran en el Boletín Focus, una publicación semanal del Banco Central que incluye una encuesta realizada a un centenar de expertos de instituciones financieras privadas sobre el estado de la economía nacional.
De confirmarse las previsiones, será la primera vez desde 1948 que Brasil, sumido en una aguda crisis económica, encadena dos años con el PIB en números rojos.