Moody’s ha mantenido estable su perspectiva para el sistema bancario de México, ya que considera que los bancos del país centroamericano “permanecerán saludables, a pesar del débil crecimiento económico en 2015 y los prospectos un tanto decepcionantes para 2016”.
Moody’s ha indicado que las perspectivas económicas a corto plazo siguen restringidas debido a una producción industrial débil, el recorte al gasto público por la caída en los precios del petróleo, una menor demanda para las exportaciones y un gasto doméstico desalentador.
Sin embargo, a largo plazo las perspectivas para México son positivas, gracias a la creciente demanda de exportaciones a Estados Unidos, su principal socio comercial.
En el mes de agosto, el Banco de México revisó a la baja su previsión de crecimiento económico para 2015 a un rango entre 1,7% y 2,5%, y unos días después el Gobierno siguió sus pasos al situarlo entre 2% y 2,8%.
Moody’s ha destacado que las reformas estructurales para el sector energético y de telecomunicaciones “ayudarán a atraer más inversión en el largo plazo”.
En relación a las reformas del sector financiero, la calificadora ha señalado que aún está por verse qué tan efectivas van a resultar, pero prevé un crecimiento del crédito en torno al 10% en 2015 y entre el 11% o el 12% para el 2016.
De acuerdo al informe de Moody’s, la morosidad se mantendrá estable en 3%, un porcentaje que está “relativamente dentro de los estándares de América Latina”, y la rentabilidad de los bancos seguirá “robusta”.
La agencia ha recordado que el Banco de México podría comenzar a subir las tasas de interés en la segunda mitad de 2015, lo que “daría mayor soporte para los márgenes de otorgamiento de crédito de los bancos”.