Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros (AFI) ha pedido hoy jueves al Banco Central Europeo (BCE), que intervenga para que los tipos de interés que paga España por su deuda «vuelvan a un nivel asumible» para la economía.

En declaraciones a los periodistas con motivo de un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Ontiveros ha asegurado que las cotizaciones actuales de los bonos españoles en los mercados internacionales «no reflejan fielmente» los fundamentos de la economía española y ha pedido políticas «que reduzcan la inestabilidad» en estos mercados.

Ante la reunión de esta tarde del BCE, en la cual se prevé discutir la posible compra de deuda de España e Italia, Ontiveros ha señalado que «sería una frustración si el encuentro se saldara sin una manifestación clara de cara a los mercados de bonos», y que «espera» que se mantenga el mensaje de Mario Draghi del pasado 26 de julio.

Concretamente, Draghi dijo que el BCE «hará todo lo necesario para preservar el euro» y que las medidas «serán suficientes», unas palabras que provocaron de inmediato una reacción positiva en los mercados europeos, especialmente del índice bursátil español, que registró un avance del 6,06 % -la mayor alza desde mayo de 2010 y la décima mayor subida de su historia-.

Además, Ontiveros ha pedido que el BCE reanude las inyecciones de liquidez al sistema bancario y que baje el tipo de interés un cuarto de punto más, porque, según ha explicado, los bancos poseen la mayor parte del endeudamiento privado español, que, en su opinión, «sigue siendo el principal problema» de la economía.

En este sentido, ha asegurado que España está «bajo un tratamiento terapéutico» para el problema de las finanzas públicas, cuando, a su juicio, el escollo a resolver radica en el endeudamiento de las familias y las empresas.

Así, ha abogado por un modelo de financiación para el sector bancario «que compense» los problemas de acceso a los mercados de deuda de las entidades y por una política europea basada en los estímulos al crecimiento económico.

Respecto a la creación de un banco malo, Ontiveros considera que «ayudaría a incorporar transparencia informativa» y que «podría contribuir a la certeza en la gestión de la crisis».

«No es un factor que mejore la calidad de los activos, pero permite un conocimiento más exacto de cuáles son buenos y cuáles son malos, así como una mejor gestión de estos activos malos», ha destacado el también catedrático de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid.

La creación de un banco malo prevé, según el acuerdo europeo, el traspaso de los activos «problemáticos» de las entidades financieras a una Sociedad con el fin de sanear sus balances, según explicó el ministro de Economía, Luis de Guindos, el pasado 23 de julio.

Esta sociedad, que podría estar plenamente operativa en noviembre de este año, adquirirá los activos y, a cambio, los bancos podrán recibir, bien una participación en el capital de dicha sociedad, bien bonos emitidos por la sociedad y garantizados por el Estado, o pagos en metálico o en valores.