El Banco Central Europeo (BCE) sigue pendiente de la situación de la economía española con el fin de evitar un nuevo desastre fiscal europeo y ha pedido la tramitación de los Presupuestos de 2011 por la vía rápida.
Las cuentas públicas llegan al congreso mañana y los trámites parlamentarios podrían retrasar la aplicación de los recortes de gastos y las subidas de impuestos hasta el mes de junio. El BCE quiere además de aplicar los ajustes por la vía urgente tener toda la información sobre como se van a reducir el déficit de las comunidades autónomas.
El Ministro de Economía español, Luis de Guindos anunció que “Independientemente de lo que diga el BCE, los presupuestos demuestran el compromiso con la austeridad pero que hay una serie de trámites parlamentarios que se pueden acortar.”
El papel del BCE es fundamental para España: los bancos españoles han acudido de forma masiva a la barra libre de liquidez, que indirectamente consiguió rebajar la prima de riesgo durante meses. Sin esa ayuda los problemas están asegurados. Ahora la presión ha vuelto y los intereses de la deuda han escalado en torno a medio punto en el último mes, y a cambio de la respiración asistida para los bancos el BCE exige “legislación de emergencia” para los Presupuestos del Estado.
En Bruselas están pendientes del saneamiento de los bancos españoles y en los últimos días una alta fuente comunitaria aconsejó al Gobierno que no descarte pedir ayuda al fondo de rescate si los precios de la vivienda se desploman y la banca necesitara un capital adicional.
Por otro lado, los vecinos europeos parecen contentos con los presupuestos y recortes austeros que España ha defendido y son conscientes de la difícil situación que vive el país.