El alza del euro frente al dólar está despertando una gran preocupación entre los encargados del Banco Central Europeo (BCE), lo que podría frenar la retirada de su plan de compra de activos.
Tres fuentes familiarizadas con estas discusiones en el BCE han señalado que, aunque el plan se vence a finales de este año, las conversaciones apenas se están iniciando, lo que significa que es improbable que el BCE tome una decisión en la reunión de política monetaria que se celebrará el próximo jueves.
La presión sobre algunos representantes del BCE ha aumentado para que la reducción del ritmo de compra de activos sea suave en vez de rápida, especialmente entre las economías más débiles del bloque, a las que les preocupa que la fortaleza del euro pueda contener la inflación y ser un impedimento en el crecimiento al encarecer las exportaciones.
El BCE tiene previsto anunciar en otoño su decisión de si extiende o no las compras de los activos, una herramienta que se creó hace dos años y medio para reducir el costo del crédito, reactivar el crecimiento e impulsar la inflación.
Mario Draghi, el presidente del BCE, ha señalado que el programa se va a mantener hasta que el organismo detecte que la inflación es consistente con su meta de algo menos de un 2%.
En tanto el BCE se está preparando para tomar la decisión más importante sobre política monetaria en años, las preocupaciones por el euro muestran que está lejos de lograr su objetivo de integrar a las economías divergentes de la eurozona.