Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, ha decidido aplazar la adjudicación de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) hasta pasadas las elecciones generales del 20 de noviembre.
Al hilo de esta noticia, hay quienes especulan sobre las posibles explicaciones del aplazamiento. Los hay que lo atribuyen a la decisión de que sea el nuevo gobierno quien dé el visto bueno de la venta, y los hay que buscan la explicación en el recrudecimiento de las exigencias relativas a la liquidez de los candidatos.
Nos las vemos, pues, con otro cabo suelto de la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. En efecto, el Banco de España se había hecho el propósito de dejar zanjada la adjudicación de la CAM antes del fin del mes de octubre. Pero se ve que no va a ser posible.
El caso es que el trabajo se está acumulando en las oficinas del Banco de España, donde estos días pasan de mano en mano informes como el referido a la propuesta de la Autoridad Bancaria Europea (ABE) según se impondrían nuevos requisitos de capital al sector financiero.
Por medio del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el Banco de España ha informado del aplazamiento a las entidades finalistas que presentaron una oferta de compra no vinculante, a saber: BBVA, Santander, CaixaBank y Banco Sabadell.