El Partido Popular (PP) le ha prometido al Partido Nacionalista Vasco (PNV) y a Convergencia i Unió (CIU) que no se entrometerá en el manoseo de la obra social de las cajas de ahorros controladas por estos dos partidos nacionalistas.
Como siempre sucede en estos casos, esta concesión es el precio que el partido mayoritario en el Congreso ha tenido que pagar por el respaldo de los separatistas.
En efecto, como contrapartida, el PP ha visto cómo PNV y CIU han votado a favor de la reforma financiera aprobada por el Congreso de Ministros el pasado viernes 3 de febrero.
El cómputo del escrutinio ha sido de 303 votos a favor de la reforma, 6 abstenciones y 28 votos en contra.
Así y todo, la principal consecuencia del proceso acontecido en el Congreso de los Diputados ha tenido que ver con el montante necesario para sanear las cuentas de las entidades financieras. La friolera de 52.000 millones de euros van a tapar los agujeros que otras partidas presupuestarias anteriores no consiguieron cerrar.
Así pues, el PP ha garantizado que no vulnerará las competencias autonómicas en lo que se refiere a la obra social de las cajas de ahorros.