Juan Carlos Escotet, vicepresidente de Abanca, inauguró la semana pasada un nuevo modelo de oficina que se quiere implantar en toda la red de la entidad, incluidas las 74 sucursales que tiene fuera de su zona de origen. Para ello, tiene previsto invertir 120 millones de euros en un plazo de tres años.
Este nuevo modelo de agencia tiene espacios abiertos y tres zonas de espera para el cliente, con wifi gratis. En ellas, el usuario puede tomar un ticket con el número de espera y con el nombre del gestor que quiere que le atienda.
Con este proyecto, Abanca pretende agilizar la atención al cliente, aumentar su vinculación y mantener la independencia de la entidad, a pesar las especulaciones que apuntan a una absorción de este banco.
El vicepresidente de la entidad financiera ha descartado cualquier fusión hasta finales del año 2016, ya que asegura que Abanca es uno de los bancos españoles más solventes, con 1.600 millones de euros de excedente.
Sin embargo, Escotet ha comentado que está abierto a estudiar las oportunidades que puedan surgir en los próximos meses o años en España, pero siempre Abanca como protagonista.
Desde la entidad también han indicado que no necesitan más sucursales fuera de Galicia, Asturias y León. El propósito es mantener las 700 que tienen en la actualidad, de las cuales 74 están ubicadas en el resto de España.
Por su parte, Francisco Botas, CEO de Abanca, ha destacado que en tres semanas que la entidad se llevan anunciando como banco que opera por teléfono e Internet en toda España, se ha duplicado el negocio que tiene fuera de su zona de influencia.