Bankinter, en su último Informe Semestral del Mercado Inmobiliario en España, ha resaltado que el precio promedio de la vivienda subirá en torno a 2% en el conjunto de 2015 y a 4% en 2016 (en el anterior estudio hablaba de 5%).
El informe elaborado por la entidad espera un incremento progresivo, pero con un comportamiento desigual dependiendo de muy diversos factores económicos, financieros, demográficos, etc.
Una de las razones de este despegue gradual de los precios es que la oferta de viviendas de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) seguirá que presionando a la baja los precios medios de venta.
En el informe, Bankinter ha señalado que entre los factores que empujan al alza los precios se encuentran la normalización de los ratios de esfuerzo financiero en la compra de las familias y la ausencia de oferta (buen producto).
Por otra parte, las compraventas de viviendas superaban los 900.000 inmuebles anuales en los años previos al pinchazo de la burbuja inmobiliaria y el estallido de la crisis. Ahora, en los primeros compases de la recuperación del sector estas las cifras se han reducido a la mitad y entre 2015 y 2016 se venderán unas 800.000 viviendas, según se vaticina Bankinter, que revisa a la baja sus anteriores previsiones de febrero sobre transacciones para 2016.
Según la entidad presidida por Pedro Guerrero, se están creando condiciones para que las compraventas se incrementen a lo largo de este año 2015 hasta las 380.000 viviendas y las 420.000 viviendas el próximo curso 2016.
La demanda sigue aquejada de una progresiva reducción de la población, que provoca que la demanda estructural se haya reducido hasta las 250.000 viviendas anuales, y también por las altas tasas de paro; pese a que el stock de viviendas sin vender se sitúa entre las 600.000 y las 650.000, según Bankinter, la escasez de oferta en zonas premium y el agotamiento en algunas áreas de las grandes ciudades estaría permitiendo que la actividad promotora «comience a resurgir de sus cenizas».