Standard & Poor’s (S&P) ha decidido mantener en revisión su proceso de certificación crediticia del Banco Portugués de Investimento (BPI) y su subsidiaria, por lo que no se conocerá su nota hasta que se aclare la incertidumbre que existe sobre el resultado final de la oferta que ha realizado Caixabank para su adquisición.
S&P inició la revisión de dicho rating el pasado 11 de marzo, ya que existe la posibilidad de que dicha transacción modifique, elevando o reduciendo, la nota de BPI respecto a su rating actual de ‘BB-‘. Es por esto que la certificadora se mantiene a la espera del resultado de la oferta de Caixabank, así como el impacto que tenga dicha compra en el “perfil financiero y de negocio del banco”.
Entre los puntos que están bajo la mira de S&P está el que no se discutió en junta de accionistas la retirada de las limitaciones a los derechos de voto en el BPI, paso fundamental para que Caixabank consiga el apoyo necesario.
El próximo 17 de junio será la próxima asamblea de accionistas del BPI, en la que se discutirá este aspecto, momento en el que S&P tendrá más información con la que evaluar la probabilidad de que se materialice la oferta de compra y su impacto en el banco.
La agencia certificadora elevaría el rating de BPI si es adquirida por Caixabank, y este último la considera un activo “al menos moderadamente estratégico”. Si la oferta de compra no se concreta, lo que llevaría a una reestructuración de la entidad, el rating otorgado por S&P podría bajar.