El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Isidro Fainé, ha señalado este martes que la banca se enfrenta al reto de seguir fortaleciendo los niveles de solvencia, y ha precisado que esta condición, unida a mecanismos como el MREL, ejercen «una presión adicional sobre la rentabilidad del sector».
Durante la celebración de la 110ª asamblea general de CECA, Fainé ha puesto de manifiesto que el «esfuerzo» de saneamiento, recapitalización y consolidación llevado a cabo por las entidades españolas «las sitúa en una posición más favorable que la de otros sistemas bancarios».
De cara el próximo año, Fainé ha destacado la voluntad de colaboración de la confederación con el regulador de cara a seguir reduciendo la litigiosidad en los procesos hipotecarios y aumentar la seguridad jurídica mediante «una reforma en profundidad de la regulación hipotecaria que clarifique las reglas del juego».
Según ha dicho, las entidades españolas podrán así centrarse en la concesión de crédito hipotecario, dentro de un sistema «que ha favorecido el acceso a la vivienda en propiedad a millones de familias españolas gracias a su buen funcionamiento, tipos de interés competitivos y plazos largos».
Respecto al entorno macroeconómico, Fainé ha indicado que los pilares de la recuperación económica en España se mantendrán en 2017, pero ha explicado que los vientos de cola que la impulsaron estos años, en especial el precio del petróleo y la expansiva política monetaria, «parecen amainar» y se prevé cierta desaceleración en este ejercicio.
«Esta moderación no es preocupante. Los registros seguirán siendo buenos: tanto el crecimiento del PIB –que podría superar holgadamente el 2,5% en 2017– como la creación de empleo», ha pronosticado.
El presidente de la CECA cree que todavía queda camino por recorrer en ámbitos como el empleo, la deuda pública y el desapalancamiento del sector privado, que si bien se encuentra en fase avanzada, aún no ha finalizado.