Bradesco, el segundo mayor grupo financiero privado de Brasil, obtuvo en 2015 un beneficio neto de 17.190 millones de reales (3.848 millones de euros), lo que supone un aumento del 13,9% respecto a 2014.
El beneficio neto ajustado de la entidad fue un 16,4% más que el mismo período del año anterior.
La cartera de crédito creció un 4,2% en los últimos doce meses y llegó a los 474.000 millones de reales (106.000 millones de euros).
El dinero concedido a las grandes empresas aumentó un 9,5%, mientras que el de las pymes se redujo un 5,3%.
En cuanto a los activos totales, Bradesco registró una expansión del 4,6% frente a 2014.
Bradesco terminó el año con un patrimonio líquido de 88.907 millones de reales (19.904 millones de euros) y una tasa de morosidad superior a 90 días que pasó del 3,5% en diciembre de 2014 al 4,06% a finales del año pasado.
Bradesco cerró 2015 con un valor de mercado de 100.004 millones de reales (22.386 millones de euros).
Una de las actividades más relevantes del banco durante el pasado año fue la compra de las operaciones del británico HSBC en Brasil, una operación que aún espera por la aprobación de los órganos reguladores y que lo consolidó como el segundo mayor banco privado del país.
Luiz Carlos Trabuco Cappi, presidente de la entidad, señaló que “fue necesario un esfuerzo redoblado para responder de forma eficiente y rápida a las transformaciones de la economía durante el año 2015. Fue un período atípico en el que el estilo de administración estuvo enfocado en la prudencia con el objetivo de proteger los fundamentos de la organización en un momento de crisis económica para el país”.
Sin embargo, Trabuco manifestó a sus accionistas “su renovado optimismo frente a los desafíos futuros” y “su visión positiva en relación a Brasil”, cuyo PIB se retrajo alrededor de un 3,70% en 2015 y se prevé que se contraiga otro 3% este año.