Carlos Torres, consejero delegado de BBVA, ha descartado por el momento una mejora de la política de dividendos por parte de la entidad, pese a la positiva evolución de su ratio de capital, que ha alcanzado el 11%, el objetivo que el ‘banco azul’ se había fijado para 2017.
El consejero delegado del banco presidido por Francisco González también ha destacado la fortaleza de capital de la entidad, pero ha reconocido que existen incertidumbres como la aplicación de Basilea IV (la propuesta final se conocerá en enero), el nuevo sistema internacional de provisiones y la volatilidad de las ratio de capital.
«Hay que ser prudentes a la hora de cambiar la política de dividendos. No queremos tomar decisiones precipitadas», ha dicho Torres al destacar que «aún no están listos» para ofrecer un nuevo objetivo de solvencia.
De este modo, BBVA mantiene su política de abonar cuatro dividendos al año (dos en efectivo y dos flexibles), con el objetivo de alcanzar un ‘pay out’ en efectivo de entre el 35-40% en los próximos años. Torres, no obstante, ha adelantado que a inicios del próximo año, coincidiendo con la presentación de resultados anuales, se darán más detalles y podría haber novedades a este respecto.
Esta misma semana, BBVA informó que ganó 2.797 millones hasta septiembre de 2016, disparando su resultado un 64,3% frente a 2015.
El beneficio está condicionado por la falta de los atípicos negativos que lastraron sus cuentas en el tercer trimestre de 2015 como consecuencia del impacto contable de la compra del turco Garanti.
En abril de 2016, el grupo incorporó Catalunya Banc. De este modo, si se excluyen las operaciones corporativas y el efecto de los tipos de cambio, el beneficio ordinario sube un 15%. Las ganancias superan lo esperado por los analistas, que habían estimado un resultado de 2.673 millones.