Deshacerse de la banca minorista es, al parecer, el camino emprendido por HSBC y Deutsche Bank. Ambos bancos han iniciado negociaciones para vender una parte de sus mercados de banca minorista, lo que les permite centrarse en la banca privada y de inversión.
Según las explicaciones de Leonid Bershidsky, columnista de Bloomberg, los bajos tipos de interés, que están cambiando el panorama económico, desgastan el margen de beneficio del negocio tradicional. Es decir, la función básica de los bancos: tomar prestado y prestar dinero, en el mercado minorista ya no representa un beneficio significativo.
Tal situación es mucho más obvia en países como Alemania donde la competencia bancaria es implacable. La gran cantidad de entidades, que se miden por captar depositantes, deben ofrecer el mejor interés posible para posicionarse, lo que significa ponerse en riesgo; ya que el precio oficial del dinero de la eurozona se mantiene en 0,15%. La situación de los préstamos es muy similar y concluye con beneficios muy bajos o desérticos.
Siguiendo esta línea, podría entenderse porque Deutsche Bank ha decidido salir de su banca minorista de Postbank. La gran cantidad de cajas de ahorro locales y la feroz competencia, hacen de Alemania el país con menor rentabilidad para la banca minorista en comparación con otros países. De la misma manera, podría sumarse otro obstáculo para la banca: el precio de descomunal financiero de HSBC; cuyas acciones han comenzado a subir con fuerza esta semana.
Así que, el camino a seguir por la banca sería enfocar su negocio en la inversión y en los grandes patrimonios, mercados donde las comisiones gozan de mayor estabilidad; en consecuencia la banca logra obtener márgenes mayores de inversión y finalmente más rentabilidad.