Luis de Guindos, ministro de Economía, ha cambiado de opinión y ha considerado una «alternativa interesante» la creación de un «banco malo» para que las entidades que reciban ayudas traspasen a éste sus activos problemáticos.
En declaraciones a la prensa tras comparecer en la Comisión de Economía del Congreso, De Guindos ha explicado que es una de las alternativas, no la única, y que gusta a la Comisión Europea.
El ministro ha elogiado que con un «banco malo» el balance de los bancos queda «absolutamente diáfano, claro y sin impacto» y permite a las entidades centrarse en su actividad fundamental: captar ahorros y conceder créditos.
Sin embargo, con estos dos mismos objetivos, el Gobierno aprobó a principios de mayo un real decreto que obligaba a las entidades a crear sociedades inmobiliarias como una alternativa al «banco malo» que hasta entonces rechazaba de plano.
En su cuarta comparecencia a petición propia en apenas cuatro meses, el ministro ha explicado que las entidades que pidan ayuda pública deberán presentar un plan de reestructuración y posiblemente tendrán que sacar de sus balances los activos problemáticos. Para la mayoría de los diputados presentes en la Comisión esto implica la creación de un «banco malo» y piden al ministro más claridad, pero De Guindos insiste en que no hay nada decidido.