Este año, la economía de Brasil se encogerá un 2,3%, y otro 1,0% en 2016, según las previsiones del Banco Itaú, la mayor entidad financiera privada del país, según un informe de su economista jefe, Ilan Goldfajn.
Las proyecciones del Itaú son más pesimistas que las barajadas por el Gobierno, que espera una contracción del 1,5 % este año y una ligera recuperación del crecimiento en 2016. Y más sombrías que las manejadas hasta ahora por un grupo de cien analistas consultados cada semana por el Banco Central, que calculan una retracción del 2,01 % en 2015 y del 0,15 % en 2016.
Pero Goldfajn fundamentó los pronósticos del Itaú en una combinación de factores que pasan tanto por el frente externo como por el interno. Primero, incluyó los bajos precios de las materias primas, que son los principales productos de exportación de Brasil; la fortaleza del dólar, que ha llevado a una devaluación del real que llega al 30% en lo que va de este año; y el frenazo dado por la economía china, el mayor cliente externo del país.
Desde el punto de vista interno, el economista citó las dificultades que el Gobierno tiene para aprobar las medidas de un plan de ajuste fiscal en el Congreso, una fuerte tendencia al alza de la deuda pública y una serie de decisiones equivocadas de las autoridades que no especificó.
El Banco Itaú también pronóstico que habrá un alza en el tipo de cambio del real frente al dólar, que ahora está en 3,50, y que podría llegar a 3,55 antes de que termine el año, y al 3,90 para el próximo año.