Bankinter ha sido calificado con un rating de ‘Ba1’, primer escalón del grado de especulación, por la agencia de calificación Moody’s. Esta nota viene justificada por su gran capacidad de absorción de pérdidas en un entorno económico débil como es el español.
Los activos del banco presidido por Pedro Guerreo son sólidos; los activos tóxicos son menos del 1,4% de la cartera de crédito a cierre de 2012 en comparación al 7% del total de préstamos que tiene la media del sistema.
Esta buena calidad de sus activos ha sido un punto clave para obtener una buena calificación por parte de la agencia.
Por último, se advierte que esta calificación podría variar si la situación económica empeora, si el banco no consigue mantener la solidez de sus activos, si su capacidad de absorber riesgos no es la que estima Moody’s y si disminuye el tamaño de la entidad.
Bankinter también ha sido calificada por la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s, pasando a tener una perspectiva desde ‘negativa’ a ‘estable’, por la gran capacidad de la entidad de generar beneficios en el contexto complicado de la crisis financiera.